Hay hombres santos y santurrones, pero absolutamente todos hemos espiado a alguna vecina.
Termino la Semana Santa y con ella los pecados empiezan a ser limpiados, como los de todos los hombres que han espiado a alguna vecina.
Además no te pierdas el inesperado final de la enchufada del Feo, que preguntó por sus tangas a una lavandería.