Los hombres no son celosos, solo desconfían de todos los demás hombres del planeta. Escucha por qué un vatos e puso como loco porque su mujer va a limpiar casas de hombres solteros.
¿Te imaginas que tu mujer vaya a trabajar a lugares donde el jefe la reciba encuerado? Cualquiera se pondría celoso y medio loco.
Escucha varias historias de jefes perversos que tenían malas intensiones con sus empleadas y algunos lograron su cometido... y sus pobres maridos limándose los cuernos.