No hay nada más satisfactoria en la vida que tomar venganza de alguna situación que te haya hecho sufrir en el pasado.
Dicen que la venganza es dulce, pero también que mata el alma y la envenena. No sabemos quién tiene la razón, pero vaya que se siente un fresquito cada vez que la vida le devuelve con creces lo mal que se han portado con nosotros.