Muchas veces queremos deshinibirnos con algún traguito de algo fuerte, pero terminamos haciendo el peor osote de nuestras vidas.
Dicen que tomarse un trago sirve para bajar los nervios y que no nos invada algo malo. Sin embargo, a veces nos pegamos a la botella, se nos suben a la cabeza los tragos y terminamos haciendo un verdadero ridículo.