Hay gente que tiene tolerancia cero a una infidelidad y a la primera mandan a volar a la pareja, pero hay otros que lo hacen una vez y ya les ven la cara.
Perdonar una infidelidad no le hace daño a nadie más, que al que perdona. Porque el infiel va a tener de donde agarrarse para volver a poner los cuernos.
Escucha historias de cornudos profesionales que se la han pasado toda su vida perdonando y limando los cuernos que le ponen sus parejas.