Una ley universal que nadie ha escrito tiene que ver con el amor entre cuñados. Entre más tóxica la pareja, mejor la cuñada.
Mucha gente le ha puesto los cuernos y ha destruido su matrimonio por culpa de los cuñados. Y no porque se hayan metido en la relación con chismes y malos tratos... sino porque se enamoraron del otro.