Todos queremos llegar a viejos para hacer lo que se nos dé la gzna y no tener que pedirle permiso ni darle explicaciones a nadie.
Un viejo es sabio y terco por naturaleza. Por eso cuando vean a un viejo que quiere hacer lo que le plazca ¡Dejenlo! Sobretodo si de salir con morritas más jóvenes se trata.