Cuando sales a comer, es muy posible que la cuenta se te haga más larga de lo esperado y además de amargarte la vida por un rato, la comida te va a caer muy mal.
Muchas veces salimos a comer y terminamos pagando cuentas gigantescas. Escuchas cuáles son las razones por las que mucha gente tuvo que meterse la mano al bolsillo para no quedarse lavando los platos del restaurante para pagar.