Para las mayoría de personas fiesteras, el matrimonio es el fin de una vida divertida y el comienzo de una nueva etapa bien juicioso. Pero hay algunos casos que siguen de juerga a pesar de estar casados.
¿El matrimonio le pone fin a la diversión de los fiesteros? Para muchas personas si. Dejan la fiesta y e dedican a su familia, pero para otros es tan difícil dejar una vida, que siguen de party a pesar de los regaños de su pareja.