De jóvenes no pensamos en el peligro ni en las consecuencias de hacer locuras. Pero cuando te llega la vejez o la madurez... ahí te das cuenta que ya no puedes hacer un montón de cosas.
De jóvenes no pensamos en el peligro ni en las consecuencias de hacer locuras. Pero cuando te llega la vejez o la madurez... ahí te das cuenta que ya no puedes hacer un montón de cosas.