Mucha gente se cansa del trabajo y termina renunciando, pero no le va tan bien como al protagonista de este episodio.
Que te echen del trabajo nunca es bueno, aunque suelen darte una indemnización. Sin embargo, cuando renuncias hay veces que no te dan ninguna recompensa.
Pero tienes que escucha lo que le ocurrió a un hombre que renunció y siguió cobrando como si trabajara todos los días. ¡Así yo también renuncio!