Para declararle el amor a una mujer hay que armarse de valor, de perfume y de un buen anillo de compromiso que le impida decir que no... pero hacer todo eso y que te rechacen... ¡Esa condenada no tiene salvación!
Una de las peores humillaciones que puede pasar un hombre durante su vida es el rechazo de una mujer, sobretodo de aquella a la que le está declarando el amor para compartir el resto de sus vidas junto a ella.
Por culpa de una condenada que rechazó a su novio, ahora a un perro sabueso buscando presas fáciles por despecho.