No nos digamos mentiras, los meseros aman cuando les dejan buenas propinas, pero aman mucho más cuando se equivocan y les dejan un dineral.
Cuando te dejan buena propina por tu trabajo es hermoso, pero cuando el cliente se equivoca y te deja miles de dólares en propina... te cobras con eso todas las veces que te hicieron levantar el coraje con clientes mal educados.