Ser cursi con tu pareja no tiene nada de malo, siempre y cuando no lo hagas en público.
Imagina que tu pareja te tenga un apodo tan ridículo y cursi que haga que tus amigos y hasta tu propia madre te pierdan el respeto.
Escucha algunos apodos bien ridículos que se tienen las parejas y te pedimos de todo corazón que no los imites.