Las peleas de pareja son espectaculares. Siempre hay un culpable (el hombre), una víctima (la mujer) y casi siempre la que gana es ella. Sin embargo, en esta historia pasó todo al revés.
Imagina ir de paseo en el carro con tu pareja y de repente empiezas a discutir por cualquier cosa... ella se enoja, pide que la bajes del carro porque no quiere seguir contigo... y le haces caso.
Seguramente muchos no pararían, otros la ignorarían y solo unos pocos hombres que merecen todo el respeto y admiración del mundo, la bajarían del carro tal y como está pidiendo.