La tecnología está acabando con muchas cosas que conocemos, incluyendo a nuestros propios abuelos que no entienden cómo funcionan y se sienten obsoletos.
Se supone que ningún ser humano debería quedar obsoleto, al contrario, la tecnología es la que va quedando atrás y nosotros deberíamos evolucionar.
Sin embargo, nuestros padres mayores y abuelos, no entienden para qué sirven varias cosas, cómo funcionan algunas aplicaciones y mucho menos aceptan por qué hay gente que paga miles de dólares por robots de compañía.