Muchas veces confiamos en nuestros padres para que nos guarden un dinerito para gastar después, sin embargo, es muy común que cuando lo pidamos de regreso, ya se lo hayan gastado todito.
Alguna vez en la vida le hemos dado dinero a nuestros padres para que lo guarden, pero en la mayoría de los casos, te cobran más intereses que un banco y no te devuelven ni un centavo porque ya se lo gastaron.