Otra de las leyes universales de la humanidad es que las madres nunca se equivocan... no más atrévete a mencionarle un error a tu madre y pagarás las consecuencias.
Nunca jamás en tu vida vayas a cuestionar a tu propia madre y mucho menos a mencionarle algún error que haya cometido. Si lo haces... puede ser lo útimo que hagas.