Muchos hombres se quejan porque su mujer nunca les manda lonche al trabajo, pero hay otros más inteligentes que nunca se quejan, pero regalan la comida a otra persona y viven felices.
Si no confías en el talento culinario de tu esposa y te quiere mandar lonche para el trabajo, lo mejor que debes hacer es no quejarte y más bien regalarlo a una persona que si se lo coma y si te preguntan... inventate una buena excusa y di que estaba delicioso.