Los hijos siempre serán los hijos, pero hasta qué punto debemos salvarles el pellejo, sobretodo cuando hablamos de dinero.
Prestar dinero a los hijos es la peor idea que puedes tener si quieres ayudarlos. Nunca te pagan y además se puede convertir en un vicio para ellos y en una carga para ti.
Además escucha las cosas que más compramos y que nunca usamos los hispanos.