Dicen que el amor de una madre por sus hijos no tiene límites, pero a veces las madres se pasan de lanza y roban dinero a sus hijos.
Imagina tener tus ahorros o algún dinero guardado para algo y que de un momento a otro se te empiece a desaparecer... y cuando te das cuento de quién es el ladrón, te da más dolor del que hubieras imaginado.