El ser humano perfecto no existe, sin embargo, unos loquillos se inventaron a la amante perfecta y no salió como esperaban.
Hay gente bien perdedora y enferma que no soporta los madrazos de su mujer, los desplantes y tener que darle explicaciones por todo lo que hace en la vida.
Por eso se inventaron a una robot femenina, muy hermosa, piel delicada, labios carmesí, buen olor, responde a tus afectos y no se queja. Pero tiene un gran inconveniente...