Las tareas del hogar dejaron de ser exclusivas para las madres y mujeres. Ahora cada día más hombres están pendientes de su casa mientras su esposa trabaja.
Ser amo de casa no tiene nada de malo, al contrario. Es mucho mejor que salir a trabajar. Por eso mucha gente anda feliz en la casa pendiente de las tareas del hogar, mientras su mujer es la que trae el dinero.